jueves, 13 de enero de 2011

Más de trenes...

Hay un excelente blog titulado "nada es gratis" donde varios economistas escriben para "el mundo normal".  Uno de los últimos artículos se titula ¿Es el Ave Verde?. De su lectura se infiere que nuestros gobernantes nos toman por cortos o directamente imbéciles e incapaces de entender un escrito. De otra forma no se entiende la falta de información sobre nuestros futuros trenes. Y no me refiero a esto, donde se nos vende la moto directamente, sino a la justificación económica del mismo, frente a otros gastos mucho más acuciantes.  Algunas perlas del artículo no tienen desperdicio:
"Los sucesivos gobiernos de España han invertido con entusiasmo en la construcción de líneas de alta velocidad ferroviaria, con fuerte apoyo de los medios de comunicación (la cobertura informativa ha sido tan espectacular y  acrítica...", acrítica..., ¿les suena a algo?, ¿alguien ha visto en nuestra prensa algún análisis profundo de una inversión de este calibre?, ¿entrevistas a favor y en contra de gente documentada?.
"Mientras el presidente del gobierno se enorgullece de que pronto seremos el primer país del mundo en kilómetros de AVE; los británicos, que sí tienen problemas de capacidad en la red convencional, y demanda más que suficiente para este tipo de transporte de altos costes fijos, siguen haciendo números...", nosotros, al contrario que los británicos, no tenemos sus problemas. Nuestros hospitales están perfectamente dimensionados y sin listas de espera, nuestro sistema educativo es el espejo en que se miran la civilizaciones, el servicio de guaguas es modélico (no hay más que ver la actual estación del Puerto de la Cruz, faro internacional del turismo...). Podemos por tanto invertir en un tren, mejor si es telemagnético y levitante, una cosa sencilla no nos vale.
"La rentabilidad económica de la alta velocidad (véase un análisis coste-beneficio general aquí) es muy sensible al volumen de demanda existente en el corredor donde se construye la línea, a su capacidad de desviar tráfico de otros modos de transporte con fuertes externalidades (no internalizadas), a la existencia de una disposición a pagar alta de sus usuarios, etc., condiciones que no se dan en el caso español como puede verse aquí para el Madrid-Sevilla y aquí para el Madrid-Barcelona. Sin embargo, el gobierno y los promotores de estos proyectos han argumentado que el AVE crea empleo y actividad económica, favorece el desarrollo regional y la cohesión territorial y mejora el medioambiente." Sin comentarios. Y para demostrar además que las cosas no son tan sencillas como parece, ponemos el colofón
"El AVE contamina durante el periodo de construcción. La producción de los materiales de construcción, su transporte, la utilización de camiones, grúas, bulldozers, tuneladoras, contamina tanto que es difícil que durante su vida útil, en la que continua contaminando, consiga compensarlo mediante la  reducción de emisiones en los modos a los que resta tráfico." O sea, que hasta eso de que es verde hay que demostrarlo. Pero no hace falta, se sale en la prensa y se dice "es verde", y andando.